Las perspectivas de la construcción en madera en la comunidad gallega van en aumento. Esta tendencia en auge en toda Europa cobró mayor peso en Galicia en 2021, tras la apertura de una industria especializada en madera contralaminada (CLT). La CTL está pensada para sustituir el hormigón y los ladrillos en las estructuras de las edificaciones, contribuyendo así a prácticas constructivas más sostenibles y amigables con el medio ambiente. Ahora, las instituciones cada vez fomentan más su uso, debido a que es un material resistente y duradero, con buenas capacidades de aislamiento, renovable y con poca huella de carbono.
Así pues, el impulso inicial al empleo de la madera como elemento estructural procede de la iniciativa pública. El Sergas (servicio público de salud gallego), por ejemplo, ha firmado un convenio con la Consellería de Medio Rural para fomentar el uso de la madera en las reformas y ampliaciones de los centros de salud de la comunidad. También desde Medio Rural se están desarrollando proyectos propios en madera, como las nuevas bases contra incendios.
En el entorno municipal, el Concello de Lugo es el que más está apostando por el empleo de la madera. Después de usarla en el edificio Impulsa Verde y el centro social Abella, van a por el tercero: el Lugo Sport Life, un complejo deportivo con una superficie de casi 3.500 metros cuadrados y un presupuesto de 2,9 millones de euros. Por ahora, el anteproyecto ya está aprobado. En su contenido se destaca el interés de la madera para alcanzar una envolvente idónea que permita limitar la demanda energética necesaria para el bienestar térmico en el interior.
Respecto a la iniciativa privada, hay que destacar el interés generado por la convocatoria de ayudas anuales de la Axencia Galega da Industria Forestal (XERA) para construcciones que empleen madera estructural. Los resultados se están observando principalmente en proyectos de obras singulares, como complejos turísticos y viviendas unifamiliares.
Como reto para el futuro está la introducción de la madera en las construcciones a media altura en entornos urbanos. En España ya hay algunas comunidades que se han decidido a dar este paso, como Barcelona, donde se levantó un edificio de viviendas sociales con estructura de madera.