El Edificio Copan, caracterizado por su geometría sinuosa, es uno de los más emblemáticos de Sao Paulo. Diseñado por Oscar Niemeyer, este rascacielos de 38 plantas tiene 118 metros de altura y fue declarado patrimonio protegido en 2012. Hace ya unos años se cubrió con una lona y una pantalla protectora para evitar peligros, mientras se decidían los delicados detalles de su restauración.
A punto de cumplir 70 años, hace ya tiempo que presenta problemas en el mantenimiento de su fachada, como goteras, grietas e infiltraciones, desprendimiento de las tejas que protegen el hormigón y exposición de la armadura. Aparte de la antigüedad del edificio, un diagnóstico elaborado en 2019, que identificó varias patologías, achacaba sus desperfectos a la falta de mantenimiento, la humedad y algunos posibles fallos de ejecución.
Aunque las agencias de patrimonio de la ciudad brasileña han decidido finalmente aprobar su restauración, todavía necesitará el apoyo de las autoridades estatales y federales. Por tanto, las obras aún no cuentan con una fecha oficial para su inicio, ni con todos los recursos necesarios para abordarlas.