El desprendimiento de microfibras durante la producción, lavado y uso de prendas textiles es un grave problema de contaminación. Para abordar esta situación, Jeanologia e Inditex han colaborado en el desarrollo de Air Fiber Washer, un sistema que elimina de forma eficaz y recoge las pequeñas partículas durante el proceso de producción textil, reduciendo así su posterior desprendimiento durante el lavado en el hogar.
La innovadora solución logra reducir hasta un 60% el desprendimiento de microfibras utilizando únicamente aire, sin necesidad de agua ni energía térmica y sin afectar la calidad de los tejidos. A través de un flujo de aire dinámico, las microfibras son extraídas de las prendas y recolectadas en una bolsa para su posterior reciclaje, impulsando así una industria textil circular con cero vertidos. Cada máquina Air Fiber Washer tiene la capacidad de recolectar hasta 325 kg de microfibras al año, dependiendo del tipo de tejido y las condiciones operativas.
Esta tecnología estará presente en la feria internacional de tecnología textil ITMA en Milán, que se llevará a cabo del 8 al 14 de junio, y tanto Inditex como Jeanologia se han comprometido a compartirla con la industria sin restricciones, como parte de sus esfuerzos conjuntos para abordar el problema del desprendimiento de microfibras.
No obstante, a pesar de estas soluciones parciales, si realmente nos preocupa el medioambiente y la salud, lo más recomendable es utilizar siempre fibras naturales, en lugar de optar por derivados del petróleo. El desprendimiento de microfibras es uno de los principales problemas de contaminación asociados a la industria textil. Las microfibras son pequeñas partículas de materiales sintéticos —como el poliéster, el nylon y el acrílico— que se desprenden de los textiles a lo largo de su vida, especialmente durante el lavado, pero también durante su producción y su uso. Su diminuto tamaño impide que se filtren de manera eficiente en los sistemas de tratamiento de aguas residuales, por lo que suelen terminar en los ríos, lagos y océanos.
La magnitud del problema del desprendimiento de microfibras alcanzó hace ya tiempo unas dimensiones realmente preocupantes, dado el elevado volumen de productos textiles producidos y consumidos en todo el mundo. A medida que la industria textil continúa creciendo, se requieren soluciones urgentes para abordar este problema, ya que, según el Foro Económico Mundial, en 2050 habrá más plástico en el mar que peces. Los animales acuáticos pueden ingerir estas partículas pero no pueden digerirlas por lo que van viajando de un pez a otro a lo largo de la cadena alimentaria. Además de los desastres ecológicos que esto puede acarrear en ríos y mares, puede también afectar a la salud de las personas, que muchas veces son el último eslabón de dicha cadena.