Viviendas de ensueño que pueden convertirse en lugares de pesadilla.
El proyecto Forest Garden de la ciudad de Oiyi, el icono del mayor bosque vertical de China, consiste en ocho torres de 36 pisos llenas de espacios ajardinados que hacen de cada edificio en un enorme jardín vertical. Su intención era ser un moderno paraíso ecológico, y atrajo, por ello, a numerosos compradores: algunas personas deseosas de vivir allí, pero también muchos inversores.
Sin embargo, a los pocos meses de su construcción, según indica el periódico Global Times, pocas familias se han mudado a esos pisos. La mayoría de ellos están sin habitar, y cada vez son menos los que están ocupados, pues la gente no quiere vivir allí. En la mayoría de estas viviendas que están vacías, nadie se ha encargado de mantener los jardines de sus balcones, y esto ha provocado que se conviertan en un imán para los insectos y un paraíso para las plagas. Según los vecinos, es como vivir en la selva, y realmente no resulta agradable estar continuamente pendiente de los mosquitos.
Un fallo de planificación, sin duda, no haber previsto las consecuencias de esta acción bienintencionada pero que requiere de ciertos cuidados por parte de los usuarios del espacio para no convertirse en una pesadilla.