La escasez de unas figuras tan necesarias y de tanta responsabilidad como son la de jefe y la de encargado de obra ha hecho que su salario se dispare hasta llegar a superar al de los arquitectos.
Los jefes de obra son normalmente arquitectos técnicos, y los encargados (los que controlan los tajos) suelen ser operarios sin cualificación, pero con un profundo conocimiento de su oficio. La alta demanda de estos profesionales se deriva del hecho de que no hay relevo generacional. Muchos de ellos se están jubilando y no está siendo fácil encontrar reemplazo.
Por este motivo, las constructoras ahora mismo se los rifan, y a aquellos que están cualificados no les falta el trabajo. Mientras aumentan los arquitectos, descienden los encargados. Los primeros ven bajar su sueldo y los segundos lo ven subir.
Según recoge hoy el diario EL PAíS, haciendo referencia a los datos de una de las principales promotoras de España, los encargados de obra llegan a tener un sueldo anual de entre 65.000 y 70.000 euros anuales, y los jefes de obra pueden ganar entre 70.000 y 90.000 euros. Así, las cifras ya superan el sueldo de un arquitecto, que, según las mismas fuentes, oscila en torno a los 45.000 euros.
Según otras empresas, los sueldos son algo inferiores a los citados arriba, pero estas también reconocen que se pagan nóminas por encima del convenio, con un aumento que supera el 15%, especialmente tras la pandemia. En este caso, las cifras estimadas serían de unos 45.000 euros anuales para los encargados y de 65.000 euros para los jefes de obra.
En este panorama, continúan las quejas de algunos arquitectos, que ven devaluado su trabajo, y las de los constructores, que no encuentran perfiles técnicos con experiencia para cubrir las demandas del sector.
FUENTE: EL PAÍS.