El primer lunes del mes de octubre tienen lugar, cada año, dos celebraciones íntimamente vinculadas de carácter internacional: el Día Mundial del Hábitat y el Día Mundial de la Arquitectura.
Las Naciones Unidas designaron el primer lunes de octubre de cada año como Día Mundial del Hábitat para reflexionar sobre el estado de nuestros hábitats y sobre el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. También tiene la intención de recordar al mundo que todos tenemos el poder y la responsabilidad de moldear el futuro de nuestros hábitats.
En 2022, el Día Mundial del Hábitat, bajo el lema “Cerrando la brecha. No dejar a nadie, ni ningún lugar, atrás”, aborda el problema de la creciente desigualdad y los desafíos en las ciudades y los asentamientos humanos. Es una llamada de atención sobre las crecientes disparidades y vulnerabilidades exacerbadas por las crisis de la triple «C»: COVID-19, clima y conflictos.
Una cascada de desafíos, desde el caos climático y los conflictos, hasta el COVID-19, golpea con mayor fuerza a las poblaciones más vulnerables. La urbanización rápida y no planificada agrava muchos de esos desafíos. Más de mil millones de personas viven hoy en asentamientos superpoblados con viviendas inadecuadas, y esa cifra aumenta día a día.
Según el Secretario General de la ONU, António Manuel de Oliveira Guterres: «Necesitamos una acción más urgente y una mayor inversión para proporcionar viviendas asequibles a todos, así como acceso a la electricidad, el agua, el saneamiento, el transporte y otros servicios básicos. No dejar a nadie atrás es la promesa crucial de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible». Esto implica, dice, «cerrar las brechas existentes: entre quienes tienen y quienes no; dentro y entre las zonas urbanas y rurales; y dentro y entre regiones desarrolladas y en desarrollo».
Guterres añade que «es fundamental que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, y la acción local es clave. Las ciudades, los pueblos y las comunidades pueden impulsar soluciones innovadoras para hacer frente a las desigualdades, garantizar una vivienda adecuada para todos, hacer frente a la crisis climática e impulsar una recuperación verde e inclusiva de la pandemia. Ello implica aplicar políticas centradas en las personas, promover modelos de consumo y producción sostenibles y priorizar infraestructuras verdes y resilientes».
El Secretario General también hace un llamado especial para este año: «En el Día Mundial del Hábitat, comprometámonos a estar a la altura de nuestra responsabilidad recíproca común».
Más información en la web de Naciones Unidas.