El pasado 16 de enero, el servicio de Emergencias 112 informaba de la muerte de un trabajador de 62 años de edad, al caerle encima un muro medianero mientras realizaba tareas de rehabilitación de una vivienda en la calle Isabel Tejero, en el municipio onubense de Calañas. El obrero falleció en al lugar del accidente, siendo necesaria la actuación de los bomberos, ayudados por la Policía Local y la Guardia Civil, para extraer el cuerpo del fallecido de debajo de los escombros.
A raíz del trágico accidente se alertó a la Guardia Civil, la Inspección de Trabajo y el Centro de Prevención de Riesgos Laborales, abriéndose un proceso de investigación para dilucidar las causas del suceso. Pocos días después, se procedió a la detención de los dos propietarios de la empresa responsable de la obra, al descubrirse que el trabajador carecía de contrato y no disponía de las medidas de protección mínimas para las tareas que estaba realizando. Los cargos imputados son, inicialmente, un delito de homicidio por imprudencia y otro contra los derechos de los trabajadores.
Según informó huelva24.com, en este mismo municipio se produjo otro trágico accidente en una obra en 2008 con el resultado de un trabajador muerto y otro herido al explotar dos bidones de gasolina en un contenedor: «El proceso judicial se alargó y el juicio no se celebró hasta 2021; es decir, trece años después. Los ocho procesados, entre los que estaban los empresarios y jefe de obra, fueron absueltos finalmente porque la acusación particular llegó a un acuerdo con las aseguradoras. La Fiscalía había pedido cuatro años y medio de cárcel por delitos similares a los que ahora se investigan».
Estos son los resultados de la picaresca del sector y la ineficiencia administrativa.