La Comisión Europea ha presentado hoy un paquete de propuestas del Pacto Verde Europeo para hacer de los productos sostenibles la norma en la UE, fomentar los modelos de negocio circulares y capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica. Una de dichas propuestas tiene por objeto estimular el mercado interior de los productos de construcción y asegurar que la normativa vigente contribuya a que el entorno construido cumpla los objetivos de Bruselas en materia de sostenibilidad y clima.
La revisión del Reglamento sobre los productos de construcción reforzará y modernizará las normas vigentes desde 2011: creará una normativa armonizada sobre la evaluación y notificación del rendimiento medioambiental y climático de dichos productos, y unos nuevos requisitos garantizarán que su diseño y fabricación se basen en las técnicas más avanzadas para que sean más duraderos, reparables, reciclables y fáciles de volver a fabricar.
Como se anunció en el Plan de Acción para la Economía Circular, la Comisión propone nuevas normas para que casi todos los bienes físicos comercializados en la UE sean más respetuosos con el medio ambiente, adaptados a la economía circular y eficientes desde el punto de vista energético en todo su ciclo de vida, desde la fase de diseño hasta su uso cotidiano, reconversión y eliminación. El paquete incluye una propuesta sobre nuevas normas para capacitar a los consumidores en la transición ecológica, de modo que estén mejor informados sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos y mejor protegidos frente al blanqueo ecológico (los falsos productos «verdes»).
Con las propuestas de hoy, la Comisión presenta las herramientas para avanzar hacia una economía verdaderamente circular en la UE, una economía liberada de la dependencia de la energía y los recursos, más resiliente ante perturbaciones externas y respetuosa con la naturaleza y la salud de las personas. De aquí a 2030, la nueva normativa podría facilitar un ahorro de energía primaria de 132 millones de toneladas de equivalente petróleo, lo que equivale aproximadamente a 150 000 millones de metros cúbicos de gas natural, una cifra casi equiparable a las importaciones de gas ruso por parte de la UE.
Información ampliada en la web de la Comisión Europea.